jueves, 21 de octubre de 2010

Más allá de lo que percibimos...

Comienzo la entrada exponiéndoos esta cuestión ¿Y si fuéramos un cerebro en una cubeta llena de líquido en un laboratorio, la cual esta conectada a un ordenador que lo alimenta con sus experiencias actuales bajo el control de algún ingenioso científico (bueno o malo) lo sabríamos?
Dado que el científico es exitoso nada podría revelarte que eres un cerebro en una cubeta ya que las experiencias que te hace vivir  son idénticas que las que vivirías si no lo fueses.
¿Esto quiere decir que si estuviésemos viviendo una farsa perfectamente elaborada y sin que nadie nos lo pudiese demostrar nosotros viviríamos esa farsa? Podríamos pensar que es asi, pero no sería mas que un mero pensamiento lejos de poder dar una razón que lo verifique o que demuestre que es falso.

Estas mismas preguntas se las hizo Hilary Putnam cuando creo ‘‘Cerebro en una cubeta’’ que demostraba la hipótesis de lo difícil que es distinguir la verdad ya que la vida que tú estás viviendo no sabes si es cierta o es una mera fantasía fabricada por tu cerebro, no sabes si en realidad eres una ilusión que te hace pensar que eres real. Estas ideas las toma de Jonathan Dancy quien en su  libro, 'Introducción a la Epistemología Contemporánea',  se hace preguntas como ‘¿Qué creencias están justificadas y cuáles no? ¿Hay algo que podemos conocer? ¿Qué es? ¿Cuál es la relación entre conocer y tener una creencia verdadera? ¿Cuál es la relación entre ver y conocer?  las cuales actualmente siguen sin resolverse.

Anterior a estos filósofos es Descartes quien con su duda metódica quería comprobar la verdad de sus creencias y descubrir una verdad absolutamente indudable, este filósofo es partidario del escepticismo  y utiliza la duda para encontrar una proposición que resista absolutamente cualquier duda imaginable.

Relacionado con este tema también está el 'Mito de la caverna', propuesto por Platón que narra la historia de unos hombres encerrados en una caverna que solo ven la luz que proyecta un fuego en el que se dibujan unas sombras, un día uno de los reclusos consigue escapar y ver como es el mundo exterior y ver la luz del sol, la verdadera luz y no la que emitía el fuego, al principio le costará mirar el sol al estar acostumbrado a la luz de la cueva pero posteriormente logrará ver con mas claridad. Este hombre bajará a la caverna a contarle a sus compañeros lo que ha visto y estos no le creerán y lo odiarán asta el punto de querer matarlo. Este mito es una alegoría que explica que  estamos en el mundo sensible y creemos que lo que vemos es real, pero no lo es y si nos liberamos de nuestras ataduras y vamos subiendo por el camino duro del conocimiento, al final llegaremos a ver el mundo de las ideas y conoceremos la idea de bien.

Actualmente se han hecho numerosas películas y libros relacionadas con estas hipóteis, que tratan la idea de que el mundo en el que vivimos posiblemente sea una farsa y no nos demos cuenta, probablemente nuestros cuerpos están en suspensión, y nuestras  mentes conectadas a una simulación social  que genera  la ilusión de que nuestra  vida transcurre de manera normal, pero, en realidad solo son impulsos eléctricos que, al llegar a nuestro cerebro nos generan dicha idea, como ocurre en la película ‘Matrix’; o puede que nuestra vida sea una especie de Gran Hermano a lo grande en el que  todo es falso y nos utilizan para ver nuestras reacciones ante diferentes situaciones, como ocurre en ‘El Show de Truman’.

Pensar que el simple hecho de leer un libro, jugar con una pelota o hacer cualquier cosa cotidiana puede ser falso, puede ser una ilusión,  parece que no tiene ni pies ni cabeza que es imposible su explicación , pero tampoco puedes negarlo, porque no tienes pruebas, no sabes si es cierto, no puedes probarlo, entones, ¿es posible conocer la verdad?

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