Continuamente nos estamos quejando de que los bienes que poseemos no son lo suficientemente buenos, que la ropa que me compré ayer no me gusta, que si no como este plato,... Nunca es suficiente, pero no nos paramos a pensar en que quizá estamos siendo un pelín egocéntricos y nos olvidamos de que en otros lugares las cosas no son como nosotros las vemos, las personas viven realidades muy crudas de las que nosotros en este momento probablemente no podríamos salir con nuestra actitud de acomodados, porque nosotros solo tenemos que hacer un ligero movimiento y tenemos el mundo a nuestros pies, este mundo tan globalizado al que solo tienen permiso a acceder los afortunados.
En lugares como África, donde no tienen que comer les importa poco que su perfil de facebook lleve sin ser actualizado desde hace algunos días o que no hayan subido la foto que hicieron no se cuando en tal fiesta, para ellos es mas importante tener que llevarse a la boca cada día, allí donde los ricos son tan ricos y los pobres tan pobres a estos segundos les ha tocado vivir día a día como si no hubiese mas y no porque ellos quieran sino porque es la rueda de la fortuna es así de caprichosa y cuando les tocó el turno a ellos miró para otro lado. Ellos seguro que si valoran los pocos bienes de los que han sido dotados y no ponen quejas si la comida que les han puesto hoy no es de su agrado y mucho menos eligen otra porque es lo que hay y no hay más.
Todos en un intento por ser mas solidarios hemos dado cosas que ya no usábamos o dinero a la beneficencia pero no estamos concienciados aún de lo que tenemos porque seguimos malgastando y no miramos por las cosas, somos unos egoístas.
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